Una serie de televisión es una
obra audiovisual que se difunde en emisiones televisivas sucesivas, manteniendo
cada una de ellas una unidad argumental en sí misma y con continuidad, al menos
temática, entre los diferentes episodios que la integran. Aunque el término se
emplea popularmente para designar a la ficción seriada, otros géneros son
susceptibles de ofrecerse en serie, como el documental (por ejemplo, Walking
with Dinosaurs, Caminando entre dinosaurios).
Estructura
narrativa
El rasgo
principal que define a una serie de ficción es que sus capítulos constituyen
una unidad narrativa independiente en sí mismos, lográndose la continuidad
entre uno y otro a través de los personajes, los escenarios o los temas. A
diferencia de los seriales, que dejan abiertas las tramas de un episodio para
otro, en las series éstas se resuelven dentro del propio capítulo.
Sin embargo,
existen producciones que no cumplen este requisito y, pese a ello, son
consideradas como series, por su factura, proceso de producción y forma de
programación.
Producción y
programación
Por norma
general, las series de ficción son producciones mucho más costosas que los
seriales. Ello se debe a que suelen plantearse para cubrir los horarios de
mayor consumo televisivo o prime time, mientras que los últimos se destinan a
las bandas diurnas o daytime, donde los niveles de audiencia son menores.
Debido a su
considerable coste, se programan una vez a la semana (ocasionalmente, dos o
tres) y casi nunca en tira diaria (en inglés, strip), que es como suelen
emitirse los seriales.
Una serie
suele concebirse de forma cerrada, con final previsto, pero dejando abierta la
posibilidad de ampliar la producción, en función de los resultados de
audiencia. Lo más habitual es que se realice una primera tanda de trece
episodios y, si el éxito acompaña, es muy probable que la serie regrese con
nuevas entregas.


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